Descripción
El paisaje surgido tras las erupciones volcánicas que tuvieron lugar en el sur de Lanzarote entre los años 1730 y 1736 impresiona por su belleza y magnificencia. Un parque natural que regala al que lo contempla la inmensidad y el poderío de la naturaleza. El contraste de colores de la tierra, entre ocre y rojos anaranjados, del cielo y de la vegetación, que surge entre sus rocas, crea una imponente obra de arte viva y cambiante que te transporta a otro lugar del universo.