Llega el verano y cualquier pedazo de tierra, sobre todo en la vertiente sur, de las Islas Canarias se cubre de un rojo intenso, de fucsias; de tunos indios dispuestos a ser recogidos, o no, que nacen de manera salvaje.
Este manjar, cuyo origen es América Central, de sabor dulce y múltiples propiedades nutricionales y medicinales; esconde en su planta, la árida tunera, un insecto, la cochinilla, muy cotizado en todo el mundo como base para tintes naturales, también rojos. Toda una explosión de color.
Fotógrafo: Julio León