El Parque Natural de la Geria ofrece uno de los paisajes más originales, quizás inhóspitos, siempre poéticos, que puedan imaginarse. En medio de un mar de lava del volcán de Timanfaya el campesino lanzaroteño ha desafiado a la roca y ha logrado extraer agua del mismo corazón del fuego y proteger sus vides del viento, de las que obtendrá un caldo tan peculiar como exquisito.
El negro y el verde, el volcán y la uva. Lanzarote.
Fotógrafo: Rubén Acosta