Los riscos, como el de San Juan, son laderas, en Las Palmas de Gran Canaria, pobladas de racimos de casas populares y coloristas, de callejuelas ensortijadas y rincones llenos de sabor, motivo de inspiración para numerosos artistas canarios.
Cuentan nuestros mayores que la variedad cromática de las casas, de pronto un verde esmeralda al lado de un azul añil y encima de un bermellón o simplemente un gris, viene de antaño, cuando los propietarios recogían la pintura sobrante de engalanar los barcos en el Puerto de La Luz.
Fotógrafo; Nacho González